El Camino a la Prosperidad

Posted by Daniel on lunes, junio 21, 2010




Según dice Benjamín Franklin con toda verdad, el camino a la riqueza es "tan llano como el camino hacia el molino". Consiste en gastar menos de lo que se gana; esto parece algo muy sencillo. Pero ni nos imaginamos la cantidad de personas que no comprenden este sencillo concepto, que pueden ganar al mes pongamos 2000 dolares pero se gastan 3000. La verdadera economía consiste en hacer siempre que los ingresos sobrepasen a los egresos. Simplificar los gastos hacerse un presupuesto familiar o personal. Un dolar aquí y otro allá, colocados a un interes fijo, seguirán acumulandose y así se logra el resultado deseado. Quizá se requiere cierto entrenamiento para hacer esta clase de economías, pero una vez que se acostumbren a ello, descubrirán que hay más satisfacción en un ahorro racional que en un gasto irracional. Alguno podrá decir con toda razón, y que hay de la inflación, sobre todo en Paises como en America Latina, donde puede superar la tasa del 35 %, cuando los Bancos en cuenta de ahorro solo te dan un 10 por ciento o los más 15 %, es decir la inflación se lleva tu dinero, pero también es verdad que si no ahorramos de igual manera tenemos la inflación encima y sin ningún capital guardado. En esos casos es mejor ahorrarse un capital e invertirlo en algún negocio que nos reporte una utilidad mayor que los intereses de los Bancos.
La Prosperidad es una prueba más fuerte que la adversidad, sobre todo la repentina prosperidad. "El dinero que fácil llega, fácil se va" dice un proverbio muy cierto. Muchas personas, a medida que empiezan a prosperar, que reciben un nuevo aumento de sueldo o una utilidad extra producto de su negocio, no pasa mucho tiempo en que nuevamente sus gastos igualan o superan su nuevo ingreso.


Es necesario señirse a un presupuesto y ahorrar una cantidad mensual e invertirla sabiamente, dejen que el dinero trabaje para ustedes y entonces tendrán el servidor más devoto de todo el mundo. No existe nada, animado o inanimado, que trabaje con tanta fidelidad como el dinero que produce intereses. Trabaja día y noche, así lloviendo como en sequía.